Tres policías implicados en la desaparición de dos mujeres

El pasado 26 de diciembre desaparecieron dos mujeres en Medellín. El automovil en el que presuntamente se transportaban cayó al río y hasta ahora sus cuerpos no han sido encontrados, los tres hombres que las acompañaban resultaron ilesos y en un primer momento testificaron no conocerlas.

Todo lo que sabe Gildardo  Henao padre de  Lina Henao, una de las desaparecidas, es que pasadas las 8:00 de la noche del sábado, Lina llama a la mamá (doña Luz Dary Dávila) y le dice que está cansada, pero que va a salir con su amiga Eliana María Cárdenas y el novio, un agente de la Policía.

Es la última vez que se le escucha la voz. Por testimonio de un investigador de la Fiscalía se supo después que la cita estaba planeada hace varios días. También, que una tercera amiga, que al final decide no ir, había sido invitada al plan.

En el tiempo comprendido entre las 9:00 y 10:00 de la noche se encuentran Lina, Eliana y los patrulleros Guillermo León Marín Sierra, León Álvarez y Alejandro Vanegas, todos adscritos a la Estación de Policía de Laureles.

Según contaron los mismos agentes, el destino fue el reconocido bar El Carboncito, de la calle 33. Desde ese momento sólo hay rastro de las cinco personas hasta que se presenta el accidente.

De acuerdo al informe del Tránsito, elaborado por la funcionaria con placa número 336, el vehículo en el que se transportaba el grupo cayó al río Medellín a las 3:20 de la madrugada. Fue exactamente a un costado de la estación Industriales del Metro, en sentido Norte-Sur.

La hora en la que la ERI (Policía Judicial) del Tránsito llega al lugar de los hechos es 4:50 a.m., según queda consignado en el documento. En las actas de levantamiento de información no reposa que hubiesen arribado organismos de socorro.

Al cuerpo de Bomberos de Envigado, uno de los más capacitados en el Valle de Aburrá, no llegó la alerta. "Aunque nosotros solo atendemos emergencias en Envigado, Aguacatala y Ayurá, nadie nos avisó nada", dijo una fuente consultada.

Por los testimonios de los policías, lo que sigue en adelante es vago. León Álvarez y Alejandro Vanegas terminaron en la Clínica Las Américas; Guillermo León, quien iba conduciendo, en la casa.

Según declaraciones que entregó a la prensa el coronel Mauricio Cartagena, comandante de Seguridad Ciudadana, los policías le dijeron a sus superiores que no conocían a las mujeres.

Y es ahí donde comienzan las contradicciones. Una empleada del almacén de zapatos "Chicos Malos" (ubicado en el Palacio Nacional), de donde Lina era administradora hace cuatro años, aseguró que al novio de Eliana siempre lo conoció como "Santiago", refiriéndose a Guillermo León Marín Sierra.

"Últimamente iba mucho a visitarla. En la mañana y a veces por la tarde", dice una fuente judicial cercana al caso.

Eliana y el policía eran novios por lo menos hacía mes y medio. "Ella estaba muy entusiasmada con ese muchacho y lo estaba presentando a la familia", aseguró Alicia Cardona, tía de la joven de 22 años de edad.

El caso es que según la investigación, el vehículo Chévrolet Corsa que rodó 1.5 kilómetros por el turbulento río Medellín, tenía placas falsas.

La nomenclatura "MQK 205", de Mosquera, Cundinamarca, en realidad pertenece a un carro que circula hoy en Bogotá.

Aquí nace entonces un nuevo interrogante. ¿Qué hacían tres policías movilizándose en un vehículo "gemeliado", que es como suelen llamarlos cuando sufren clonación de placas?

"Por ejemplo: no se puede olvidar que en el carro encontramos un bolso con la cédula de Eliana", anota.

Frente a que los exámenes de alcoholemia practicados a los tres implicados dieron un resultado negativo, la fuente se pregunta. "Tres policías y dos chicas se van para un bar y ¿no se toman un trago? ¿Por qué querían estar sobrios?".

¿Por qué no aparecen?

Pero hay más preguntas. Gildardo le dijo a las autoridades que Lina lo llamó para contarle que estaba siendo presionada por un policía, para que firmara el pago de una recompensa.

"Es más, ese agente le tuvo retenida la cédula durante dos semanas. Yo le dije que se zafara de esa situación y ella me dijo que ya lo había hecho", testifica don Gildardo.

Y es que Gildardo, quien ocupa el cargo de concejal del municipio de La Merced (Caldas) se comunicaba con su hija mínimo dos veces al día. "Ella me contaba a mi todo. El mismo día que se desapareció, y antes de hablar con la mamá, hablamos. La apuré a que me contara rápido porque yo iba a entrar a una sesión extraordinaria. Solo me dijo que se iba a bañar".

Pero hay más. Una amiga de Lina dijo saber que ella había recibido, de ese mismo policía, un mensaje de texto que decía: "No se esconda, no le dé miedo".

¿Quién envió el mensaje? ¿Qué tan serio era? ¿Tenía que ver con el supuesto pago de la recompensa? ¿Era una simple broma?

Dos días después de los hechos, la Fiscalía General de la Nación abrió noticia criminal, por el delito de lesiones personales culposas en accidente de tránsito.

Un caso en el que aparecen como ofendidos los dos agentes que resultaron con contusiones. El conductor, es decir, Juan Guillermo, es el denunciado.

Pero hasta ahí. Las inconsistencias en las versiones de los uniformados solo han dado para que se abra una investigación disciplinaria interna, tal como lo dijo a los medios de comunicación, el coronel Luis Eduardo Martínez Guzmán, comandante de la Policía Metropolitana.

El mismo oficial reconoció que hay "incongruencias" en las declaraciones de sus subalternos. También, reveló que los agentes quedaron excusados del servicio y con vigilancia de la institución, hasta que se esclarezcan los hechos.

"Como comandante de la Policía Metropolitana no me puedo poner a prejuzgar. Pero por eso mismo le pedí a la Fiscalía que adelantara la investigación de tipo penal, que es lo que les corresponde a ellos", dijo.

Aún así y sin desconocer la presunción de inocencia de los implicados, una de las hipótesis que ya manejan quienes están a cargo del caso, es que las jóvenes no iban en el vehículo.

Información extraída de www.elcolombiano.com

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